Vallecas, sin “k”. Porque los auténticos rebeldes nos negamos a acatar las directrices de aquellos que se arrogan la rebeldía, y la manipulan, amasan y deforman hasta convertirla en una gelatinosa plasta hedionda contraria incluso a su propia naturaleza semántica. Un día leí un artículo, recomendado por un tal José Tomás, que se llamaba “La …