PABLO ALCOCER DE NOCHE O LA TRANSUBURBANIZACIÓN: ¿LUGARES ABANDONADOS?. FERNANDO SÁNCHEZ

Imagen de portada: Landsberger Allee (Berlín, Alemania). A cure for a future nostalgia. Pablo F. Alcocer Pfeiffer.

“On iron horse he flies/on iron horse he gladly dies/iron horse his wife/iron horse his life”. Iron horse/Born to lose. En el álbum Motörhead. Motörhead (Lemmy, Clarke, Taylor). Chiswick records. 1977.

Portada I de Diaforoscopia. Pablo Alcocer.
Portada II de Diaforoscopia. Pablo Alcocer.

“La vida no tiene sentido. Y el arte tampoco lo tiene. O no debería. Para que algo sea arte no puede tener ningún sentido, ninguna finalidad. Y la fotografía no es ninguna excepción […] Aun así, la fotografía es capaz de ser arte. Cuando no tiene ningún otro objetivo más que el de existir en sí misma. Cuando no tiene otra explicación más que haber sido tomada. Cuando no tiene sentido”. Señora, el arte ha muerto. Pablo F. Alcocer Pfeiffer (Cuenca, 1992), Técnico Superior en fotografía artística, colaborador de elurbano.org y fotógrafo del aire.

1 Pablo Alcocer

Desde la perspectiva de esa disyunción aparente, el fotógrafo Pablo F. Alcocer Pfeiffer –en adelante, Pablo Alcocer- gestiona los conceptos de borde y de frontera de manera proverbial y personalísima. En esa realidad suburbial, trabada, brumosa, decadente y, sobre todo, transformadora, Alcocer se mueve como pez en el agua. De hecho, su perseverancia en la interpretación de este mundo tan cercano y al mismo tiempo tan complejo, ha traído como consecuencia una interesante idea de permanencia, un statu quo en negativo en el que esa presunta no implicación ha hecho posible la gestación de un espacio embrionario tan distintivo. Y en él, el propio Alcocer ha pasado a formar parte de su propio paisaje casi sin quererlo.

Quitzowstr (Berlín, Alemania). A cure for a future nostalgia. Pablo Alcocer.

“He aprendido algo estos años dando vueltas por ahí y haciendo fotografías”. Señora, el arte ha muerto.

Cuando formulo la pregunta del titular “¿lugares abandonados?”, su sentido último puede interpretarse como una duda, como una premonición, una inquietud o una simple evidencia y, por qué no, también como una presunción o un agravio, pero en lo que respecta a las tierras incógnita de una ciudad se habla (y mucho) de apatía, de hastío, de dejadez. Y en realidad, lo que hay es demasiado desconocimiento en el fondo y en las formas. Sin embargo, el “fotógrafo del aire” se preocupa por ambos y los mima en modo homenaje.

Ese concepto poético de frontera es un estado de ánimo en los retratos y relatos urbanos de Pablo Alcocer -por lo tanto, es un link a otra dimensión, a la que nos invita haciendo gala de su honestidad y sinceridad habituales, y a través de una exacerbada modestia que trae como resultado ese distanciamiento aparente-. En sus imágenes, el tiempo se detiene y se percibe, se corporiza, se contempla, y da lugar en definitiva a una muy fenomenológica comprensión a cámara súper lenta en cualquiera de los casos.

2 De noche

“In the five years I spent in Berlin, there were 1698 hours of sunlight on a yearly average. In the meantime, in Madrid they had an average of 2909. That´s 98 days less of sunlight every year” (1) A cure for a future nostalgia.

En su obra Señora, el arte ha muerto, editada en Berlín en 2017, hay una espectacular imagen nocturna del barrio de San Antón (ciudad de Cuenca), que se exhibió en 2011 en una exposición colectiva del alumnado del Ciclo de Fotografía Artística en la Escuela de Arte de la propia ciudad. Según su testimonio, “fue tomada en el mirador de [la Torre de] Mangana” mediante una “larga exposición con movimiento de cámara”. El contraste de luces había sido creado por el “tendido eléctrico diferente que tiene San Antón y el barrio colindante”.

Barrio de San Antón (Cuenca). Señora, el arte ha muerto. Pablo Alcocer.

En su momento, Pablo Alcocer me explicó que se trataba de “una forma diferente de retratar ese lugar que es San Antón”. De esta forma, estaríamos hablando de un elogio de la otredad. Por ello, en sus pesquisas urbanas, lo que él ve y lo que él siente en estos flujos de ida y vuelta es fruto del complejo poliédrico en el que se ha constituido la ciudad por regla general. Y Berlín, Cuenca o Madrid están muy dentro de ese diseño tan específico y especial (dicho sea de paso, qué buena la naturaleza escheriana que el periodista, escritor y miembro de la R.A.C.A.L. (2) José Ángel García proponía para el suburbio sanantoniano) (3).

Sin embargo, se ha hecho de noche. Y en la ciudad ha caído la noche de manera inexorable. Y a pesar de ello, existen interesantes aproximaciones a esta realidad tan genuina, única –creo- en el imaginario urbano de las afueras, que se hallan por todas partes, dentro y en la periferia –el orden, en verdad, da lo mismo-.

Una vez, mientras tomábamos una cerveza en la  [calle] Sanfran, de Cuenca, el “fotógrafo del aire” me contó una historia entre divertida, surrealista e inquietante. Aquel suceso ocurrió detrás de las casas de la imagen del barrio de Simancas (Madrid) a eso de las 9 o 10 de una noche del invierno de 2019, mientras Pablo Alcocer gestionaba el retrato (y el relato) de sus calles.

En un momento dado, Pablo observó en su hinterland la presencia de una mujer de mediana edad, que hablaba con alguien a través de su dispositivo móvil. Esa mujer –decía- comenzó a seguirle en su viaje por el barrio. La señora –comentaba- cogió un palo del suelo y siguió dialogando a través de su teléfono móvil, siempre detrás de Pablo, hasta que se acercó a él y le preguntó qué hacía y por qué estaba allí (cuando lo más lógico era que el propio Alcocer le pidiese explicaciones: ¿por qué le seguía? ¿por qué llevaba un palo en la mano?). Después de esa breve y extraña tertulia, la persona que le seguía se fue y él siguió con su labor en el madrileño Simancas. En este caso, la fórmula “¿lugares abandonados?” + examinados por el ojo clínico, amable y muy comprometido del fotógrafo, no dejaría de ser un oxímoron.

Ahora, se me ocurre que «Señora, el arte ha muerto» hubiese sido una buena respuesta a aquella mujer.

Afrikanische Str. (Berlín, Alemania). A cure for a future nostalgia. Pablo Alcocer.

3 O la transuburbanización

“En este libro he intentado incluir fotografías que hice sin razón y sin sentido […]. Fotografías que no pretenden emocionar a nadie”. Señora, el arte ha muerto.

Alcocer ha editado Fotografía automática (Cuenca, 2011), el “fotolibro” Señora, el arte ha muerto (Berlín, 2017), A cure for a future nostalgia (Berlín, 2019) y Diaforoscopia (Madrid, 2021), una “exploración visual de lo diferente”, su último proyecto hasta ahora, ejecutado recientemente en el estómago del barrio de Simancas (“un barrio madrileño de toda la vida”, me comentaba el autor “junto a un polígono alienígena”).

Y en todos ellos, ha fabricado una nueva certidumbre suburbial por contraste, que puede dar empaque al concepto aún sin formalizar de “transuburbanización”, idea que ya planteé en este blog y por lo tanto concepto en permanente revisión.

Sin título. En el polígono del barrio de Simancas (Madrid). Diaforoscopia. Pablo Alcocer.

El más que probable nihilismo que destilan sus imágenes, el vigoroso culto al vacío que hay en ellas o el concepto de soledad tan arraigado a priori, no parecen casar con el compromiso urbano y social de su retratista incólume que, casi sin quererlo, como digo, reivindica el papel del ciudadano normal en su dimensión propiamente física y en su ascendiente ético y moral. Su prosapia hispanoalemana y sus años muy vividos en Berlín, unidos a sus experiencias en Cuenca y en Madrid (ciudad en la que ahora reside) y, en definitiva, de la mano de su extraordinaria capacidad de observación y asimilación, han hecho de su aguda pupila un órgano muy a tener en cuenta en el ámbito de la más absoluta discreción procedimental.

Ya es primavera (Wroclaw, Polonia). Señora, el arte ha muerto. Pablo Alcocer.

“Las fotografías de este proyecto están tomadas de forma automática por la cámara, siendo la única intervención del fotógrafo la de accionar el obturador en el momento oportuno”. Fotografía automática.

En sus asombrosas y envolventes proyecciones, existen asimismo un acentuado intimismo y un ingente conjunto de matices que invitan al recogimiento. Y sin embargo, desde San Antón hasta “el polígono alienígena” de Simancas, en los entresijos de esta moderación suburbial, la contundencia conceptual se mantiene intacta.

Alcocer es un catalizador de sensaciones térmicas, un poeta del solar abandonado, un vigilante nocturno, un ser social. En su aún pequeña (aunque intensa) obra, lo propio y lo ajeno se difuminan, creando en definitiva un extrarradio de la no propiedad en esta vigilia permanente (él apenas ha sido proclive a los límites, a las demarcaciones, a la denominación de origen, al menos desde que comenzamos nuestra amistad). El distanciamiento es, en su caso, el mejor y más adecuado acercamiento a nuestra realidad circundante, casi sin quererlo.

Casco antiguo (Cuenca). Fotografía automática. Pablo Alcocer.

4 ¿Lugares abandonados?

Señora, el arte ha muerto ha sido dividida con acierto en cuatro capítulos, cada uno de ellos encabezado por el título de una canción, “cuatro temas importantes de mi historia personal [afirma] y de la música en general. Cuatro temazos que creo que son arte: su razón de ser es su propia existencia” (4). El primero de ellos, titulado Heroes, hace referencia a la canción homónima, compuesta e interpretada por el británico David Bowie (1947-2016), un músico al que yo escucho también con especial delectación.

Nordhafen (Berlín, Alemania). A cure for a future nostalgia. Pablo Alcocer.

“Berlin ist eben keine Stadt, sondern ein trauriger Notbehelf, Berlin ist ein Conglomerat von Kalamitäten (Frank Wedekind, 1908)” (5). A cure for a future nostalgia.

Las luces de los edificios de Wroclaw (Polonia) y de Berlín no son casualidad ni por asomo. No son otra cosa que puertas de acceso al edificio, al interior de su objetivo y, en definitiva, a nosotros mismos, que implementamos ese sentimiento de permanencia lo mismo en la ventana del fondo que en el interior de la cámara o debajo del famoso obturador de su Iron horse particular.

La línea entre él y la luz, casi por inercia, es el cordón umbilical entre Pablo y lo que él o su cámara (como un individuo, como un ente aislado) observa. En las imágenes de Alcocer, oscuridad no es lo mismo que noche. Y en ese medio ambiente taciturno, el aire se hace espacio y se condensa.

Sin título. En el barrio de Simancas (Madrid). Diaforoscopia. Pablo Alcocer.

Como prolongación del impagable y del transuburbanizable “a las cosas mismas” del filósofo Husserl (1859-1938), Pablo deja que se expresen, que digan lo que tengan que decir. Y a lo lejos, mientras ellas parecen ir a su aire, da la sensación –no se sabe bien dónde- de que reverbera un “We can steal time just for one day” (6) y parece que ese tiempo, nuestro tiempo, se ha parado súbitamente al amparo de la luz comprometida. La de las noches no oscuras del autor.

Landsberger Allee (Berlín, Alemania). A cure for a future nostalgia. Pablo Alcocer.

“Dear Pablo of the future, Berlin is not how you remember it. Don´t let your brain fool you and let you think otherwise. Do not idealize your five years there. Try to fight the García Márquez syndrome” (7). A cure for a future nostalgia.

(1) «En los cinco años que viví en Berlín hubo 1698 horas de sol de media al año. Mientras tanto, en Madrid tenían una media anual de 2909 horas. Eso son 98 días de sol más al año». Traducido por Pablo Alcocer.

(2) Real Academia Conquense de Artes y Letras. C/San Lázaro, 2. Cuenca. Usted puede encontrar más información en http://www.racal.es

(3) El doctor, catedrático y miembro de la R.A.C.A.L. Pedro Miguel Ibáñez es el autor de La iglesia de la Virgen de la Luz y San Antón y el Barroco conquense, una obra que se editó en 2011 (Fundación de Cultura Ciudad de Cuenca). José Ángel García es firma invitada del libro mencionado. En el anexo Estampas de San Antón, describe el barrio con precisión quirúrgica y taxonómica, pp. 360-361.

(4) ALCOCER PFEIFFER, Pablo F. (2017): Señora, el arte ha muerto. Cuenca.

(5) «Y es que Berlín no es una ciudad, sino una triste solución provisional. Berlín es una acumulación de calamidades (Frank Wedekind, 1908)». Traducido por Pablo Alcocer.

(6) Extracto de la canción Heroes. Del álbum Heroes (David Bowie, 1977)

(7) «Querido Pablo del futuro, Berlín no es como lo recuerdas. No dejes que tu mente te engañe a pensar lo contrario. Intenta no idealizar tus cinco años allí, intenta luchar contra el síndrome de García Márquez». Traducido por Pablo Alcocer.

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